Al sur del palacio, entre los bosques, una casa ardía. El olor de la madera quemada lo inundaba todo y una horrible chimenea de humo ascendía y se mezclaba con las nubes blancas. Un huerto, una vez rebosante de tomates, patatas, lechugas; ya no era más que restos de ceniza. El crujir de las tablas empezaba a cubrir la escena mientras las verjas se desmenuzaban y caían una tras otra. Observando como la casa se consumía por el fuego, Christine no sonreía.
¡God save the Gin!
viernes, 8 de mayo de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
lunes, 16 de marzo de 2015
Capítulo 20
Las puertas se abrieron y un pequeño grupo de personas entró en el patio. Delante suyo había una casa, pequeña, sencilla. Con un huerto y una zona para entrenar. Había algunas armas echadas por el suelo, y libros sobre los bancos. La Emperatriz bajó de su carruaje y se acercó a las dos personas que la recibían con una reverencia. Una mujer negra, de casi treinta años, con una vestido verde y el pelo negro recogido en una trenza, le besó la mano. Un hombre algo mayor que la mujer, alto y delgado y con una melena pelirroja, se arrodilló frente a ella. Christine abrazó a Skar y Acantha, llevaba mucho tiempo sintiéndose sola, sin amigos.
-¿Y Richard? -Preguntó Skar.
-No ha podido venir -La voz de la Emperatriz era triste.
Capítulo 19
Richard se despertó siendo la persona más poderosa del mundo, y sintiéndose la más desgraciada.
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